Y lo más grande, Atormentada, es que existe... Qué cosa tan rica, cada estación tiene su propio verbo, pero el de "otoñar" me suena como ninguno. Algún otoño que me guardo, tal vez...
Respiremos, Azul... y lo demás (los demás), si viene de un matiz indeseable, que se vaya por un agujero negro. A mí me complace como siempre su visita.
jejeje, tal vez carezca de poesía, pero no de exactitud en uno que otro caso...
Por otra parte, si la habita la nostalgia entonces fue tocada Usted por una Diosa triste y generosa, de esas que nos aprisionan amorosamente a las cadenas de un mágico momento... (bah, y mi anonimato, créame, es fruto más de un secreto desarraigo que de un auténtico misterio...).
El último otoño, mi señora, me ha dicho que no hay mejor evocación que pueda hacer la memoria, que aquella acerca de lo que uno se ha propuesto y luego se ha cumplido de una manera muy mágica.
Le puedo asegurar, secreta flor, que los otoños en San Telmo, un barrio de mi Buenos Aires, ya me dicen más que mil imágenes y me susurran diccionarios de palabras muy nuevas y misteriosas.
Mas no le haga mucho caso a este reo, ebrio en estos días de recuerdos alcanforados.
Usted, querido Reo, se ha convertido en un ebrio incorregible... pero de nostalgias -claro está- y solo puedo proponerle que, por cierto, tampoco se corrija...
Otóñese entre mis susurros, si gusta, y le iré mostrando los arcanos de las flores...
" ... yo estaba de adolescente ya y ni le digo qué de chucherías nos poníamos, el copete con laca, los aretes gigantes y el fucsia rabioso... eso, mi lady, eso sí era terrible!!! ..."
jajaja!!!!! gracioso su comentario de por cierto, además con la descripción que hizo de la indumentaria y demás, recordé un video de Madonna, en el cual se refleja terriblemente la juventud ochenta jajaja!!!
Estimada Usted cubre con pétalos negros lo apresado con la palabra, me parece que ha logrado "otoñar" en los lectores esto que se entiende por nostalgia, de modo que ha enhebrado un verbo con verdadera sutileza. un gusto como siempre y mil gracias por visitarme
En todo caso, ladraré de admiración ante ambas. Son gatas de un pelaje poético muy especial... aunque usted está un tanto detenida en la escritura. Se la espera con más de su cosecha.
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ResponderEliminar"otoñaron"... que buen verbo...
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Hermoso, una vez más...
ResponderEliminarSu blog, las letras...
Todo...
Y lo más grande, Atormentada, es que existe...
ResponderEliminarQué cosa tan rica, cada estación tiene su propio verbo, pero el de "otoñar" me suena como ninguno. Algún otoño que me guardo, tal vez...
Gracias, medemoiselle Orchideé...
ResponderEliminarRespiremos, Azul... y lo demás (los demás), si viene de un matiz indeseable, que se vaya por un agujero negro.
A mí me complace como siempre su visita.
La nostalgia ... habita en mi constantemente ...sabe?
ResponderEliminarSu anonimato intriga.
AMTS.
"Amor de mierda" jajajjaa! óptima expresión!
ResponderEliminarAMTS.
jejeje, tal vez carezca de poesía, pero no de exactitud en uno que otro caso...
ResponderEliminarPor otra parte, si la habita la nostalgia entonces fue tocada Usted por una Diosa triste y generosa, de esas que nos aprisionan amorosamente a las cadenas de un mágico momento... (bah, y mi anonimato, créame, es fruto más de un secreto desarraigo que de un auténtico misterio...).
El último otoño, mi señora, me ha dicho que no hay mejor evocación que pueda hacer la memoria, que aquella acerca de lo que uno se ha propuesto y luego se ha cumplido de una manera muy mágica.
ResponderEliminarLe puedo asegurar, secreta flor, que los otoños en San Telmo, un barrio de mi Buenos Aires, ya me dicen más que mil imágenes y me susurran diccionarios de palabras muy nuevas y misteriosas.
Mas no le haga mucho caso a este reo, ebrio en estos días de recuerdos alcanforados.
Usted, querido Reo, se ha convertido en un ebrio incorregible... pero de nostalgias -claro está- y solo puedo proponerle que, por cierto, tampoco se corrija...
ResponderEliminarOtóñese entre mis susurros, si gusta, y le iré mostrando los arcanos de las flores...
La nostalgia es no saber que te falta, pero saber que no està acà.
ResponderEliminarBuena frase.
un abrazo.
Ah, Gaucho, y me voy quedando con la suya también...
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por pasar.
" ... yo estaba de adolescente ya y ni le digo qué de chucherías nos poníamos, el copete con laca, los aretes gigantes y el fucsia rabioso... eso, mi lady, eso sí era terrible!!! ..."
ResponderEliminarjajaja!!!!! gracioso su comentario de por cierto, además con la descripción que hizo de la indumentaria y demás, recordé un video de Madonna, en el cual se refleja terriblemente la juventud ochenta jajaja!!!
AMTS.
... y bueno, vio? agradézcale al cielo que Usted era todavía una nena, jejeje... ;)
ResponderEliminarEstimada
ResponderEliminarUsted cubre con pétalos negros lo apresado con la palabra, me parece que ha logrado "otoñar" en los lectores esto que se entiende por nostalgia, de modo que ha enhebrado un verbo con verdadera sutileza.
un gusto como siempre y mil gracias por visitarme
Saludos
El áureo espantajo
Ya ve mi estimado, no soy de botar paraguas sino de dejarlos descansar un rato en el armario y llevar conmigo otro, según la estación... jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo, sabe que el gusto es compartido.
¡wow! ¡wow! ¡wow! jojojojojo -como diría una amiga-
ResponderEliminardulce, sublime, bello -y real-
(pasé, paso, pasaré)
miau!
Qué encuentro de gatas! jojojo! ;)
ResponderEliminar-y real-... sobre todo real... ajá...
ResponderEliminarGrax michi! pase cuando quiera, y para la próxima le brindo un aperitivo... jijiji...
Pero no nos vaya a ladrar Reo, eh... ;)
ResponderEliminarEn todo caso, ladraré de admiración ante ambas.
ResponderEliminarSon gatas de un pelaje poético muy especial... aunque usted está un tanto detenida en la escritura. Se la espera con más de su cosecha.
mmmmm... no obstante, últimamente me vengo sintiendo muy inspirada...
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